5.24.2004

Denia

Hace apenas unas horas le decía a alguien que me es -con algo de práctica- posible detectar algunas fibras de la personalidad humana con solo escuchar la voz. En congruencia con tal hipótesis, esta noche en la que me siento ajeno de todo lo que me rodea -estoy en MTY- todo parece indicar que amanece pero mis sentidos no responden a la idea de sueño- me voy a permitir sostenerme del recuerdo de tu voz...

Denia, que en idioma talibán quiere decir: 'Sorpresa esta amaneciendo la vida! Tiene el corazón en la voz, y como que dejo a viento abierto mi mar'.

Como niña con juguete nuevo. Juguete en las manos que siempre estarán con ella. Con quien se atreva a morir en ellas. Por ellas.


Su voz sabe a chocolate frío, a café caliente, a dulce despedida. Amargos desencuentros. Matices de tiempo remotos, de pasión desbordada, desbordante Sabines y Benedetti, según el caso, la hora y el destino, 'todo lo que bajo un título me impacte'.

Voz de sueños acariciables, de muertes que no viven para contarlo y de apéndices de paso. Denia y su voz son un abrazo y "mil disculpas por explayarme"... Hablando el corazón... ablando ablando el corazón…

AS.

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De lo rescatable de la isla talibana (en mi periodo de invasión) fue este pedazo de corazón... hubo cosas mejores, pero yo me quedo con esto... niño AS: holaaaaaaaaaaaaa!!... gracias!

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