Uno de mis seres divinos a los que se me complica escribirles. Y es que no encuentro palabras para decirte sencillamente que eres muy especial en mi vida, que me das mucha fuerza y que no terminaré de agraceder por el resto de mis vidas el que me hayan premiado contigo. Gracias por preocuparte por mi y por esa fortaleza y tenacidad que solo en ti he visto.
¿Cómo olvido y dejo de sentir que antes de decirte que voy a volar tu ya me has visto con alas? ¿Cómo elimino los abrazos constantes y sonantes que a pesar del tiempo y la distancia están aquí a mi lado?... y este amor que emanas en cada paso, en cada minuto que te compartes con los tuyos...
Siempre te amo, aquí y en las vidas que me bendigan -y me permitan estar- a tu lado, con esas tus manos y tu ser que además de la fe me han enseñado que si quieres y puedes soñarlo indudablemente puedes realizarlo. ¿En dónde encuentro una palabra mayor al gracias y al te quiero siempre mucho?
Cerramos solo un ciclo que tiene que cumplirse... Aún cuando sea una vida y muchos esfuerzos, seguimos con lo que viene con más fuerza y como tú dices: con mucho corazón.
Desde donde solo tú me encuentras: en el centro de mi misma, te amo reiteradamente má.
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Hablando precisamente de milagros... gracias por estar siempre.
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