Julio 20, 2004.

Me esta matando la vida por el tremendo rencor que se encuentra escondido entre las comisuras del intestino. ¿Por qué habría yo de proporcionar perdón?, ¿A quién que no lo solicita? Yo pido humildemente mi propio perdón -por querer amar y morir en el intento-, por ser, por dejar de pensar más allá de mi y concentrarme en tu dolor, en tu pena, en tu todo sin haber solicitado la intromisión. Una disculpa enorme (siempre pensé por ti), por la incomunicada red, por la serie de palabras que se fueron sin decir, por los miles de abrazos que no cuajaron, por los besos contados pero sobretodo por los abrazos esperados. ¿Cuándo seré lo suficientemente libre y solitaria para no esperar?

No es que desespere conmigo misma, pero me resulto tan inestable que me siento sin rumbo y sin dirección. Sé que pasara, que no es más que un simple escenario en los diferentes tonos de la vida, pero mientras tanto ¿cómo dejo de sentir y de pensar? Si aún me duele…

Sigo recapitulando, pero no es mi intención, no quiero engrandecer las heridas con el ácido de las remembranzas, solo quiero vivir, solo quiero ser… solo quiero aprender a vivir con el recuerdo…

Ya no me juzgo, ya no soy la misma, busco encontrar lo mejor que quiere perderse y no me dejo atrapar… solo por ser quiero recuperar mi sonrisa, en este lugar donde a veces me recuerdo que existo.

Sol, aparece que la lluvia a pesar de su belleza empieza a lastimarme.

Desesperadamente buscando un poco de paciencia…