Sin pulso y sin aliento...

“Me he quedado sin pulso y sin aliento...” eso describe en palabras textuales y sensoriales lo que justamente siento.

Con “La palabra en el aire” me he descubierto nuevamente... No han pasado ni dos poemas y sigo llorando, así como cuando se desemboca la tormenta y no parece tener final.
¿Cómo pueden describir tan sencillamente el sentimiento?
Demasiada creación, excesiva sensibilidad, son pues indescriptibles... La combinación es más que perfecta y no pude haber hecho mejor selección (Ángel González y Pedro Guerra).

“DONDE PONGO LA VIDA PONGO EL FUEGO
DE MI PASIÓN VOLCADA Y SIN SALIDA.
DONDE TENGO EL AMOR, TOCO LA HERIDA.
DONDE DEJO LA FE, ME PONGO EN FUEGO.
PONGO EN JUEGO MI VIDA, Y PIERDO, Y LUEGO
VUELVO A EMPEZAR, SIN VIDA, OTRA PARTIDA.
PERDIDA LA DE AYER, LA DE HOY PERDIDA,
NO ME DOY POR VENCIDO, Y SIGO, Y JUEGO.
LO QUE ME QUEDA: UN RESTO DE ESPERANZA.
AL SIEMPRE VA. MANTENGO MI POSTURA.
SI SALE NUNCA, LA ESPERANZA ES MUERTE.
SI SALE AMOR, LA PRIMAVERA AVANZA.
PERO NUNCA O AMOR, MI FE SEGURA:
JAMÁS O LLANTO, PERO MI FE FUERTE.

Y después de ciertos acordes me recuerdo que soy de piel, de sangre, de respirar y de sentir...
Suspiro y agradezco el breve instante de ser, de sentirme respirando y corriendo a través de mi propia sangre, de mis propias lágrimas.

No miento cuando digo que puedes verme desnuda, soy tal cual, aún cuando me resulte complicado describir lo que cotidianamente me pasa. Así soy, de agua y de fuego... Aunque parezca contradictorio.

Mucho cariño a los que crean... A los que creen... A los que están, a los que viven.

Con demasiada miel, firmo con presencia absoluta.