10.07.2004

"Yo no encuentro un corazón que me sepa cotejar..."

Y muero de ganas por decir y si lo intentamos? Y si probamos unos días? Y si nos amamos y complementamos por un tiempo si escalas de eternidad?... Patrañas, sueños guajiros, desesperos de la soledad gritando a voz cerrada.

Por los amores eternos, que duran tan poco, que son instantes que de tanta vida momentánea te dejan muerto el resto de tu vida. No es que sea trillada en mi decir, es solo que trato de plasmarme en mis viceralidades y justo ahora quiero -como siempre- amar bien fuerte. Así con los dientes y con la ternura inmiscuida que tanto deseo.

Despierto y me doy cuenta que no hay nadie a mi lado, que como cotidianamente lo realizo tendré que emprender cosas sola, quién afirme disfrutar el estar solo es que nunca ha estado acompañado o que probablemente tiene tanto miedo de conocerse a través de los ojos de alguien más que se ha resignado a estar con su propia soledad. Lo contrario de mi caso es que por un tiempo considerable (mínimo seis meses) necesito mi propio espacio... Creo que deberíamos agendar parejas por semestres, y después seguir juntos pero no por obligación... Al final de la frase creo que no dije nada. Y es que solo es cierto que quiero acompañarme de alguien que de tan loco me entienda un poco y quiera compartirse en este espacio irrepetible que es la vida.

Tremendamente absurdo pensarle tanto a algo que se siente, al menos hay muestras científicas de la división entre el pensamiento y el sentimiento. Sino desde hace mucho con solo pensar hubiera arrancado las brasas que me dejaron en el corazón. No es trivial, no es patético, no es dolor, no es que no quiera olvidar... No es que viva del recuerdo es solo que ya se termino y yo sigo viviendo en el pedazo de nube que me regale al darme por completa... Sigo en mis ensueños clásicos. No me reprocho pero evidentemente me da miedo salir al mundo... Me da miedo entregarme de nuevo y dar mi corazón a pecho abierto para invitar a conocerlo. Eso no evidencia que no hubiese aprendido la lección sino que no encuentro otra forma de amar, incluso de querer. Y justificadamente sigo queriendo querer, con la cobardía de aquel que se justifica diciendo lo quería... Así es que respiro profundo y le digo a mi corazón, no seas tonto, ya no pueden hacerte más daño y si alguna vez te partiste ahora eres más fuerte y a pesar de ser analfabeto has aprendido y seguiremos aprendiendo. Así es que hoy nos abrimos y nos volvemos a dar como solo él y yo sabemos.

“Cuando sonríe por nada y cundo por nada vuelvo a invitarle a que sonría...”

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