12.15.2005

El duende



Cerca de las cuatro de la madrugada apareció de la nada, aunque he de confesar que lo sentí desde que inició la noche... Yo creía dormir...

Me hechizo con su voz, sin más, así sencillamente, congelando la aurora... anexando mi alma en ese cálido espacio de encuentro de dos seres desiguales -por eso de ser yo mortal-, unidos mágicamente por una escala sin tiempo...

Después de escucharlo tararear colores decidí abrir los ojos... lo vi a mi derecha, junto a mi cama... no negaré que sentí un poco de temor -evidentemente un duende no aparece todos los días-, pero cual si lo conociera de vidas anteriores y en su mirada conciliara miles de encuentros previos, decidí abrirle la puerta de mi pequeña guarida...

Sus ojos reflejaban una ternura inmensa... yo moría de nervios y mis manos no obstante, temblaban por abrazarlo, ¿qué se hace en éstos casos?, se supone que solo aparecen en los cuentos...
Salió bailando hacía el baño... por el cristal de la puerta descubrí estrellas deambulando sobre su cabeza y sus acordes iluminaban con más de tres sabores todo, mi total yo...

Se sentó a mi lado... invadiendo con su ser mi desvelado aroma mar de mujer, indefensa tal cual soy... me desnudó con la mirada...

Pronuncié cosas irrelevantes, él absorto en lo que deseaba, siguió la corriente, conversando sin hablar, descubriendo mis temores más graves...
Y al final vencí los miedos... pude palparlo, sentirlo... dibuje con mis dedos su rostro, su piel... en sus manos mis manos encontraron abrigo. Nació la chispa, el abrazo... ante muertes consecutivas, termine reconociéndole y gritándole con el silencio -en el silencio-, hoy te amo...Y entre cielos y reflejos de madrugada, baile con el duende por casi tres horas...
Cometas y relámpagos nos acompañaron con el cantar de los grillos, subimos a la luna y me enseño a volar de una manera tan distinta...

En algunos momentos el temor me hace sentir que solo existe en donde siempre lo tengo: en mis sueños, pero su voz deambula por todo mi espacio y destellos de plata aun me mojan la espalda y los labios, lo que me recuerda que es real... que existe...

Respiro su presencia y aunque sus pasos se dirigieron hacia la salida, mi realidad es que sus pasos se encaminan hacia mi corazón y sé que lo volveré a encontrar, siempre que así y verdaderamente desde el alma lo desee.
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No pude evitar re-editar la historia.. respirando aquel junio de tu primer encuentro... =)

10 comments:

Zyanya said...

Si, estoy de acuerdo, se puede definir en solo una palabra: bellisimo... saludines :D

இலை Bohemia இலை said...

No puedo desentonar con los otros bloggeros ya que coincido plenamente, me ha gustado tu forma de contarlo...Tiene duende!!!

Karl Andrews said...

Ese duende si que supo inspirarte, hay emociones como el miedo y la curiosidad que nos hacen despertar todos los sentidos...me encanto tu relato!

Saludos
Karl

P.D: Gracias por tus comentarios en mi blog!

César Tzu said...

De seguro lo volvera a encontrar niña

fgiucich said...

Los duendes de la noche nos invitan a sonar despiertos. Abrazos.

. said...

me gusto mucho tu relato, felictaciones.


saludos



ROANVACO

Unknown said...

Ya vendran los duendes, ten paciencia que sabran recompensarte, tu confia.

motoman said...

como dice la cancion. Te mereces lo que sueñas.

nocheoscura said...

Me ha gustado mucho, de verdad. Ya sabes que te leo ;-)

Eremita said...

Bonito, muy bonito cuentecillo y muy bien contado.
Saludos y Felices fiestas